4.24.2013

Cruce de palabras.

.
Tu café hirviendo.
Como cuando me hierven las mejillas al verte.
Mejillas que son besadas por ti.
Besos de tus labios.
Tus labios con sabor a miel.
Miel que no se desgasta.
Como no se desgasta nuestro amor.
Amor duradero en la distancia.
Distancia que es corta comparada con mi sonrisa al verte.
Y corto los pasos que hay desde tu pantalón a tu cama.
Cama envuelta en incendios.
Incendios inocentes.
Como inocente me vuelvo cuando me haces sentir única.
Única quiero ser en tu vida.
Porque a tu lado me siento viva. 



I.

Conexiones personales

Siempre estamos obsesionados con buscar a la media naranja, ese amor platónico que no nos deja dormir y que nos hace cometer mil y una tonterías, porque cruzarías el océano por esa persona. Cuando creces y vas haciéndote mayor, vas teniendo relaciones que no suelen acabar en "... y vivieron felices y comieron perdices" sino en un sálvese quién pueda, te das cuenta que el verdadero amor no es el que se fragua desde la ceguera, lo idílico y utópico.

Por eso, cuando has perdido toda esperanza de que encontrarás a alguien con quién compartir tu vida e incluso cuando empiezas a dudar de si realmente el amor existe. Justo ahí, aparece una persona que te da la vuelta a lo que creías que eran respuestas,te revuelve todo dándote unas aseveraciones diferentes a las concepciones que tenías en mente. 
Así que, al final (o al principio), te encuentras compartiendo tu vida con una persona increíble que te cambia los esquemas pero no dejas de ser tú mismo y todo fluye por ello, no cambia tu vida y es que las cosas suceden a veces por inercia -porque ni lo has pensado- aunque estás seguro de que estarías con ella siempre. Sólo sabes que la quieres y que no te importaría tenerla a 600 kilómetros sólo con escucharla cada día feliz a través de un teléfono.

Jamás imaginé que tendría una conexión así con una persona. Y sí, haría cualquier cosa por ella.


I.

4.01.2013

Myself.

Ya lo decía mi padre diariamente, pero es que la desconexión se hace cada vez más evidente y me noto a cien años luz de cada una de las personas con las que antes compartía cada milímetro de mi vida, pensamientos y emociones.

Y es que tengo que ser yo, que lo mismo de siempre me aburre o qué se yo. El caso es que sentirse un punto entre esta inmensa humanidad asusta, o no, pero es muy desconcertante. Sobretodo cuando ves que conectas en pensamientos sólo con una o dos personas, contadas.

Las aficiones juegan un factor importante, que no sólo es divertido irse de festival, cervezas o discoteca con alguien si luego a los dos días, si te he visto no me acuerdo o más bien, si te encuentras mal, te dejo aquí colgando de un hilo como los funambulistas.

En fin, será un proceso de autoaprendizaje con el mundo, en el que la única conclusión que saco, es que nadie pertenece a nadie y al final sólo quedarás tú contigo mismo.

I.