4.24.2013

Conexiones personales

Siempre estamos obsesionados con buscar a la media naranja, ese amor platónico que no nos deja dormir y que nos hace cometer mil y una tonterías, porque cruzarías el océano por esa persona. Cuando creces y vas haciéndote mayor, vas teniendo relaciones que no suelen acabar en "... y vivieron felices y comieron perdices" sino en un sálvese quién pueda, te das cuenta que el verdadero amor no es el que se fragua desde la ceguera, lo idílico y utópico.

Por eso, cuando has perdido toda esperanza de que encontrarás a alguien con quién compartir tu vida e incluso cuando empiezas a dudar de si realmente el amor existe. Justo ahí, aparece una persona que te da la vuelta a lo que creías que eran respuestas,te revuelve todo dándote unas aseveraciones diferentes a las concepciones que tenías en mente. 
Así que, al final (o al principio), te encuentras compartiendo tu vida con una persona increíble que te cambia los esquemas pero no dejas de ser tú mismo y todo fluye por ello, no cambia tu vida y es que las cosas suceden a veces por inercia -porque ni lo has pensado- aunque estás seguro de que estarías con ella siempre. Sólo sabes que la quieres y que no te importaría tenerla a 600 kilómetros sólo con escucharla cada día feliz a través de un teléfono.

Jamás imaginé que tendría una conexión así con una persona. Y sí, haría cualquier cosa por ella.


I.

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