Donde creí no volver jamás.

Creía que sólo era una etapa y no iba a adentrarme otra vez allí, pero no, ahí es donde vuelvo. Parece que hay veces que no puedes evitar ser la peor versión de ti mismo y aunque no quieras, esa parte de ti siempre estará ahí, porque tú eres el mismo, aunque creas que has cambiado... con los mismos miedos, las mismas inseguridades, las mismas lágrimas que se caen solas, las injusticias, los millones de problemas, todo, todo, todo sigue ahí a pesar de que tu sentías que tu vida era "diferente" y que el cambio era mucho mejor.

Pero cómo cambiar si sigues en la misma ciudad que te consume, rodeada de la misma gente, las mismas actitudes, tu casa -que cada vez la sientes menos como un hogar- los mismos sitios...
Puede que sólo sea un mal día llevado al extremo como todo lo que me caracteriza, de hecho, espero que sea un mal día complementado con la exageración que me define.

Pero aún así, hoy he vuelto a hace dos años... justo cuando sentía que tenía que hacer algo con mi vida y con esta maldita montaña rusa que tengo en mi interior acerca de mi futuro, mis ganas de ver la vida y de lo que quiero hacer con ella.
Que al final todo se resume a la pregunta que siempre llego en este punto, ¿Cuántas veces tienes que hacer lo que debes y no lo que quieres?

I.