Kilómetros

Todas las relaciones son difíciles, sobretodo si quieres que sea duradero y sólido.Pero más difícil es aún, cuando la persona a la que quieres se encuentra a 700 kilómetros de tu vida.

Al principio era fácil, o quizás era la esperanza de que lo fuera, el querer intentar romper con todos los prejuicios de que una relación a distancia implica olvido o desamor... pero de un modo u otro se hacía mucho menos cuesta arriba. También he de decir, que todo estaba empezando, no digo con ésto que no tuviéramos ganas de estar juntos, por supuesto, pero cuando empiezas algo todo va a un ritmo más lento a pesar de las ganas, por la coraza que tenemos todos para que no nos hagan daño, siempre vamos de puntillitas hasta cuando nos damos cuenta, hemos entrado en el corazón de la otra persona y es cuando realmente comienzas a confiar.Ahora... bueno, ahora es diferente, también las cosas han cambiado porque han madurado, se han solidificado y las ganas de estar juntos, de compartir una vida en común se han multiplicado por mil.
Aunque también es cierto que la relación está formada bajo la sinceridad, la comunicación, el amor, el deseo... eso que poca gente que tiene una relación puede asegurar al cien por cien, ya que ahora las relaciones son prácticamente de usar y tirar, las cosas no se arreglan cuando se rompen, simplemente se tiran y es normal -aunque no debería serlo-, ya que vivimos en una sociedad consumista, capitalista y donde los valores como el amor quedan en segundo plano respecto a otros que no tienen tanta importancia, ni transmiten todo lo bueno que deberían, siendo mucho más primordiales, para "sobrevivir" en este mundo.

Supongo que lo más difícil, es pensar las ganas que tienes al llegar a casa después de un día duro, de estar con esa persona a la que quieres, de abrazarla, estar con ella, ver una peli juntos en el sofá, cualquier tontería a ojos de otra gente que lo tiene accesible, es lo que echo de menos.Los detalles. Esos detalles que al final, caigo en la cuenta que algún día tendré diariamente, que sólo es temporal y que ésto sólo puede hacernos fuerte o destruirnos y creo que vamos en camino para conseguir lo primero y que transformemos el número de kilómetros en un número proporcional de besos, abrazos y te quieros.

I.